Es un bar restaurante bastante selecto y relajante situado al inicio del Paseo nuevo desde el puente de María Cristina. Esta situado frente al museo San Telmo en el corazón de la parte vieja donostiarra. 

Es de esos sitios que no te la sensación para nada que sea dog friendly, pero SI SEÑORES, LO ES!

El trato que que le dieron a Lur, fue muy bueno, le trajeron un cuenco de agua y a su vez nos ofrecieron un cuenco para depositar el pienso. Una de las camareras hasta le dio chuches.

Los platos son bastante selectos, pero no caros teniendo en cuenta en que parte de la ciudad te encuentras. También se puede ir a desayunar y ofrecen servicio de terraza. 

Uno de los lugares más emblemáticos de la parte vieja donostiarra. 

Como bien dice el nombre, sirven mejillones, calamares y su especialidad las bravas. OJO! Las salsas son un poquito picantes, pero también se pueden pedir sin picante. Y qué mejor para acompañar esta comida, con una cerveza fresquita.

Esta cervecería también dispone para llevar.

Es un lugar PetFriendly, donde los perros somos bienvenidos. La única condición que nos pusieron al entrar fue; 'Mientras que no me muerda, puede pasar'. 

No es un local grande, es un pasillo estrecho que en verano y épocas de festivas, suele estar abarrotada de gente. Nosotros para que no hubiera tanta gente, nos pusimos en la entrada del mismo, así si me sentía agobiado podíamos salir con facilidad a la calle. 

Como dato curioso, cuando piden la ración a la cocina, pegan un buen grito con lo que me quedé mirando al camarero con cara de situación.